Muchas veces comemos delante del televisor de forma automática, sin pensarlo ni ser conscientes de que no es lo mejor para nuestra salud. Una costumbre muy arraigada nos ha llevado a instalar televisores en cocinas, comedores y salones, además de aprovechar cualquier momento frente al televisor para picar entre horas.
Una práctica que también se extiende a las pantallas de los ordenadores, siendo muy habitual que nos pasemos horas trabajando delante del ordenador, sin ni siquiera pararnos a comer y picoteando nada. En este artículo, te mostramos los peligros de comer frente al televisor para que te conciencies y adoptes hábitos saludables. ¡Toma nota y cuídate!
¿Qué peligros puede entrañar comer delante del televisor?
Como vemos, comer delante de la televisión no es bueno para nadie, siendo especialmente perjudicial para los más pequeños de la casa. Es habitual que muchos niños no quieran comer sino que estén viendo sus dibujos favoritos en la televisión, y se convierte en una rutina diaria desayunar, comer o cenar delante del televisor mientras ven sus programas favoritos. El problema de este tipo de hábitos es que los niños no prestan atención a lo que comen, sin fijarse en los sabores ni en las cantidades que ingieren.
Según los estudios, los niños que están acostumbrados a comer delante del televisor tienen más probabilidades de tener sobrepeso, ya que no son conscientes de que están llenos. Su atención se centra más en lo que están viendo en la televisión que en comer. Asimismo, tampoco prestan atención a lo que están comiendo, masticando poco los alimentos y dejándose influenciar mucho por los alimentos que ven anunciados o en la pantalla. Estos mismos estudios han demostrado que mientras los niños ven la televisión, consumen alimentos como galletas, dulces, refrescos y patatas fritas. En general, todo tipo de comida basura, es decir, alimentos sin nutrientes ni vitaminas que a la larga estimulan más el apetito y no aportan más que grasas y calorías. Un tipo de dieta que sólo conduce al sobrepeso, al colesterol y a la diabetes.
Y los estudios también concluyen que el problema está más en el tipo de comida que se elige y en no darse cuenta de cómo y cuánto se come, que en el hecho de ver la televisión. Si se sustituye la comida basura por comida sana, comer viendo la televisión no sería tan perjudicial. Supongamos que se da a los niños zanahorias, manzanas, purés de verduras o ensaladas y se les anima a hacer ejercicio a diario. En ese caso, se les puede permitir ver la televisión mientras comen, pero siempre de forma ocasional y como recompensa, no como rutina.
Cómo evitar los efectos adversos de comer mientras se ve la televisión
Además de los pequeños, los mayores también sufren estos mismos efectos, ya que ver la televisión nos relaja y nos aleja de la realidad y nos lleva a comer más si apenas nos damos cuenta, tirando siempre de bocadillos y aperitivos. La tendencia es a comer mecánicamente, sin ser conscientes de las cantidades y con atracones, dejándose influir por los anuncios de comida. Cuantas más horas pasemos frente al televisor, más sedentario será nuestro estilo de vida y peor será nuestra digestión.
Para mejorar la dieta, perder peso y reducir los problemas de colesterol y diabetes, hay que intentar comer con la televisión apagada y charlar con la familia. El ayuno de noticias y anuncios también te ayudará a sentirte mejor emocionalmente y a no tener tanta ansiedad ni sentirte tentado por ciertos tipos de alimentos. Olvídate un poco del sofá e intenta caminar media hora o una hora al día y, como en el caso de los más pequeños, da ejemplo y cambia tus tentempiés por alimentos saludables como chips de verduras, frutas o zumos naturales.